Armando Cavalieri

Secretario General

Diario El Cronista – Fecha : 02 de Diciembre de 1999

La cúpula de la CGT calificó de «positivo» el primer encuentro con Fernando, porque el presidente electo, «coincidió en reivindicar el convenio colectivo de trabajo y le dio instrucciones a Alberto Flamarique para que arme la agenda social», según informó a El Cronista el titular de la agrupación, Rodolfo Daer, al término de la reunión. Por su parte, el sindicalismo justicialista que agrupa a la CGT y a los Movimientos de Trabajadores Argentinos (MTA) y Obrero Peronista (MOP) se comprometió a apoyar todas las iniciativas que implemente el futuro gobierno, tendientes a resolver las situaciones de crisis relacionadas con el flagelo de la desocupación, el trabajo en negro y los coletazos de la flexibilización laboral.
Del encuentro que se realizó ayer en el Hotel Panamericano, desde donde De la Rúa viene piloteando la transición, participaron el presidente electo, quien presidió una larga mesa junto a su futuro ministro de Trabajo, Alberto Flamarique, y más de veinte delegados de la CGT, encabezados por Daer. El mercantil Armando Cavalieri, el camionero Hugo Moyano, el colectivero Juan Manuel Palacios y el municipal Amadeo Genta también fueron de la partida. A poco de comenzar, se sumó el vicepresidente electo Carlos Chacho Alvarez, quien se ubicó en la cabecera de la mesa, ya que Flamarique le cedió el lugar. A pesar de la relevancia que intentó imprimirle Daer al futuro de los convenios colectivos de trabajo, fuentes del nuevo gobierno salieron anoche a relativizar las afirmaciones del líder cegetista. Las fuentes aclararon que durante la reunión se habló del tema, pero que De la Rúa los avaló «en tanto y en cuanto sean una herramienta eficiente para modernizar el trabajo».

Además, las fuentes subrayaron que la cúpula sindical «reconoció que no todos los sectores respetan los convenios y que muchas empresas tienen subconvenios en vigencia que son eficaces». En cuanto a la agenda social, las fuentes relataron que durante la reunión se avanzó en la idea de generar un consejo social, una suerte de ámbito de discusión tripartita que funcione en el ámbito del Ministerio de Trabajo y en el que estén representados los sindicatos, el futuro gobierno y los empresarios. La iniciativa -una suerte de consejo paralelo al consejo de notables que integrará un grupo nutrido de empresarios para monitorear la gestión de gobierno- fue del grupo de sindicalistas, y como a De la Rúa le pareció un buen marco para el diálogo, le pidió a Flamarique que «avance» en el tema.

Los caramelos ácidos y el agua mineral que compartieron ayer los delegados de la CGT con el futuro presidente, fueron los únicos testigos de una suerte de autocrítica de parte de los representantes de los trabajadores, quienes al pasar revista del déficit fiscal y de los graves índices de desocupación existentes reconocieron que «fueron parte de estos años de gobierno menemista». En lo que sin duda hubo coincidencia fue en torno del buen clima que predominó durante la hora y media que se extendió el encuentro. «Fue un diálogo sin asperezas, interesante, donde los sindicalistas se sintieron escuchados». Aunque De la Rúa se refirió al déficit fiscal e hizo una breve descripción macroeconómica, Cavalieri advirtió -apuntando a la sobreabundancia de economistas en el futuro gabinete- que «ninguno puede sorprenderse porque siguen la actividad de la economía argentina desde hace tiempo» y manifestó que «pueden contar con la CGT para enfrentar las presiones del FMI».

Durante este primer encuentro, De la Rúa, quien ya había tratado con muchos de ellos como jefe de Gobierno porteño, sacó ventaja: los sorprendió con la celeridad en la aceptación del encuentro, pedido hace apenas una semana por Flamarique.